Los economistas de Bank of America disminuyeron su perspectiva de crecimiento para la economía estadounidense para el 2022 y 2023. Asimismo, aumentaron las expectativas inflacionarias para el próximo año, ya que los problemas en la cadena de suministro y un mercado laboral ajustado continúan impulsando los precios al consumidor.
Un grupo de economistas liderados por Ethan Harris, dijeron recientemente en un informe que el producto interno bruto podría crecer un 2,6% durante este año para los Estados Unidos, disminuyendo la proyección anterior del 2,7%. Además, redujeron la perspectiva de crecimiento para el 2023 al 1,5%, frente al 1,8% que expresaron en informes anteriores.
A pesar de la situación, sostuvieron su perspectiva de un aumento en el índice de precios de gastos básicos de consumo personal al 4% durante este año.
«Somos cada vez más pesimistas respecto al próximo año. Debido a que los indicadores claves inflacionarios continúan dando señales persistentes y aún se mantiene el sobrecalentamiento del mercado laboral». Dijeron los economistas.
Bank of America es la última firma en elevar su expectativa de riesgos para los Estados Unidos. El día de ayer, la institución bancaria JPMorgan, también disminuyó las estimaciones de crecimiento, mientras que el Deutsche Bank AG pronosticó una profunda recesión para los Estados Unidos en este 2022. También, el Goldman Sachs Group, ha expresado que ve una gran posibilidad de una contracción económica de alrededor del 35% para los siguientes dos años.
La Reserva Federal seguirá aumentando las tasas de interés
Los economistas de Bank of America expresaron que el mercado laboral estadounidense está «ejerciendo una presión alcista sobre los salarios», lo que podría requerir que la Reserva Federal aumenté la tasa de desempleo para el 2023 y 2024.
«Como regla general, consideramos que nivelar el crecimiento de los salarios requerirá que la tasa de desempleo regrese al 4%, junto con una caída en las ofertas de trabajo y un crecimiento muy lento de la nómina». Comentaron los economistas.
La Reserva Federal elevó las tasas de interés en medio punto este mes y señaló que llevará a cabo aumentos similares en junio y julio. El presidente de la FED, Jerome Powell, expresó que continuarán los aumentos de tasas hasta que sea «claro y convincente» que la inflación está disminuyendo.
«Lo que necesitamos ver es que la inflación baje de una manera clara y convincente, y vamos a seguir presionando hasta que lo veamos». Expresó Powell el martes durante un evento en vivo del Wall Street Journal.
Los expertos de Bank of America dijeron que esperan que la FED aumente las tasas en medio punto en las próximas dos reuniones, seguido de alzas de un cuarto de punto hasta que la tasa de referencia alcance de 3,25% a 3,50% en mayo del 2023.
También comentaron, que existe una posibilidad de que la economía estadounidense entre en recesión para el próximo año. Sin embargo, si hay una recesión, esperan que sea leve gracias a las cargas de deuda manejables y la buena calidad crediticia del país.
La inflación estadounidense se disparó a 8,3% en abril
El índice de precios al consumidor (IPC) interanual, aumentó a 8,3% en abril, por encima del pronóstico del Dow Jones de 8,1%. Este reciente aumento representa una ligera disminución desde el pico de marzo de 8,5%, pero aún se ubica cerca del nivel más alto desde 1982.
Asimismo, el IPC subyacente se incrementó un 6,2%, frente a las expectativas de un incremento del 6%, lo que resta las esperanzas de que la inflación haya alcanzado su punto máximo el mes pasado.
El proceso inflacionario ha sido la mayor amenaza para los Estados Unidos, un país que comenzó a recuperarse a principios de la pandemia de Covid-19. No obstante, el aumento de los precios de la gasolina, alimentos y productos básicos, ha sido un problema.
Los funcionarios de la Reserva Federal respondieron al problema inflacionario con dos aumentos de las tasas de interés en lo que va del año y con promesas de ir más allá hasta que la inflación baje al objetivo del 2% del banco central. Sin embargo, los datos inflacionarios estadounidenses muestran que aún la FED tiene un gran trabajo por delante.
Las ganancias del IPC se produjeron a pesar de que los precios de la energía cayeron un 2,7% en abril.
«Estamos empezando a ver que la energía retrocede un poco, pero no es suficiente». Expresó Kathy Jones, estratega jefe de Charles Schwab. «Los mercados esperaban un mejor número y no es lo suficientemente bueno como para descartar más ajustes de la FED», agregó.