Según informes de fuentes cercanas al Banco Central Europeo (BCE), los formuladores de políticas económicas del BCE están ansiosos por poner fin a su programa de compra de bonos lo antes posible y también desean aumentar las tasas de interés para julio.
El viernes, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, expresó que las compras de bonos «deberían terminar a principios del tercer trimestre» y que es probable que «ocurra un aumento en las tasas de interés este año».
El Banco Central Europeo ha estado eliminando los estímulos al ritmo más lento posible durante año. Sin embargo, el aumento de la inflación está ejerciendo presión sobre el BCE para que cambie su política económica.
El gran obstáculo hasta la fecha ha sido que las previsiones a largo plazo seguían mostrando que la inflación caería por debajo del objetivo del 2% del BCE, pero las nuevas estimaciones compartidas con los responsables políticos en su reunión del 14 de abril mostraban que esta estimación no se podrá cumplir.
«La inflación ha aumentado significativamente y continuará siendo elevada durante los próximos meses, debido principalmente al notable encarecimiento de los costes de la energía». Expresó el BCE tras la reunión del 14 de abril en Fráncfort.
Los miembros del Consejo de Gobierno han criticado durante mucho tiempo al BCE por subestimar la inflación, que alcanzó el 7,5% durante el mes pasado. Hasta la fecha, no se ha presentado ninguna propuesta económica, faltando solo dos semanas para la reunión del BCE a efectuarse el 9 de junio.
El BCE podría efectuar tres aumentos de las tasas de interés
Distintas fuentes comentaron que ven al menos dos aumentos de tasas durante este año. No obstante, otras fuentes también argumentaron que es posible un tercer aumento, aunque depende en gran medida de cómo los mercados asimilen estos movimientos.
Los especialistas de mercado pronostican alrededor de 85 puntos básicos de aumentos para este año, por lo que más de tres movimientos de al menos 25 puntos básicos, posicionarían las tasas de interés del BCE en territorio positivo por primera vez desde el 2014.
Durante mucho tiempo, el BCE ha argumentado que está «normalizando su política», bajo un concepto indefinido sin parámetros establecidos.
Sin embargo, fuentes del BCE expresaron que la normalización podría significar volver a la «tasa de interés neutral», que no estimula ni frena el crecimiento. Según los expertos, la tasa de interés neutral para la zona euro debería ser 1-1,25%, unos 100-125 puntos básicos por encima de la tasa actual.
El aumento de las tasas solo puede suceder luego de finalizar las compras de bonos, entre el 30 de junio y el 1 de julio. Esto significaría, que el BCE estaría en posición de aumentar las tasas de interés para su próxima reunión del 21 de julio.
No obstante, algunas de las fuentes, dijeron que el BCE podría preferir esperar hasta septiembre. Debido a que los nuevos pronósticos estarían disponibles y en parte para evitar golpear la economía en verano, cuando la liquidez es más baja.
Es probable una recesión en la zona euro durante este año
El BCE elevó las tasas de interés por última vez en el 2011, en vísperas de la crisis de la deuda soberana de la zona del euro, una medida que se considera como un gran error hasta la fecha.
Se espera que la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) endurezca aún sus políticas. Los expertos económicos, prevén un ajuste de casi 250 puntos básicos este año con aumentos de 50 puntos básicos previstos para las próximas reuniones.
Algunos de los formuladores de políticas del BCE dijeron que es posible una recesión técnica, o al menos dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo este año. Sin embargo, según ellos, el crecimiento de todo el año seguirá siendo positivo.
Sin embargo, los responsables políticos del BCE destacaron que las perspectivas podrían cambiar hasta entonces, ya que la guerra en Ucrania es una importante amenaza para la confianza del mercado y la pandemia de COVID-19 tampoco ha finalizado.
