El aumento de los precios al consumidor en los Estados Unidos se aceleró en el mes de febrero a nuevos máximos en los últimos 40 años. Debido al aumento de los costos de la gasolina, los alimentos y la vivienda. Asimismo, la inflación podría aumentar aún más tras la invasión de Rusia a Ucrania.
El índice de los precios al consumidor (IPC) aumentó en un 7,9% con referencia al año anterior. Después de una aumento anual del 7,5% durante el mes de enero, según datos del Departamento de Estadísticas de Trabajo de los Estados Unidos, publicados hoy jueves. El indicador de inflación aumentó un 0,8% durante febrero con respecto al mes anterior, lo que refleja un aumento sustancial en los costos de gasolina, alimentos y vivienda.
Las cifras del Departamento de Trabajo, muestran una nube inflacionaria sobre la economía estadounidense que ha demostrado ser más persistente y expansiva. El aumento de los precios ha empujado a la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) a poner fin a dos años de tasas de interés cercanas a cero. Comenzando con un aumento de un cuarto con respecto a las tasas previas, posiblemente para la próxima semana. También producto de la situación han caído los índices de aprobación del presidente Joe Biden antes de las elecciones de noviembre. Las cuales podrían costarles a los demócratas sus escasas mayorías en el Congreso.
Estadísticamente, el mes de febrero es el pico de inflación para los Estados Unidos. Sin embargo, ahora las lecturas para los próximos meses aumentarán por encima del 8%, según algunos economistas. Esto se debe a que la guerra en Ucrania y la prohibición de Biden a las importaciones de Rusia restringieron los suministros de petróleo y produjeron que el precio de la gasolina en los Estados Unidos aumentará notablemente.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) sigue aumentando en los Estados Unidos
Los aumentos salariales como resultado de un mercado laboral ajustado no han seguido el ritmo de la inflación. Las ganancias por hora ajustadas a la inflación cayeron un 2,6% durante febrero con respecto al año anterior. La mayor caída desde mayo del año pasado.
Asimismo, los precios de las mercancías continuaron aumentando en febrero, mientras que el crecimiento anual de los costos de los servicios se aceleró. Año tras año, la inflación de bienes raíces aumentó un 13% (la mayor cantidad desde 1980). Eso incluyó el aumento anual más grande de la historia en los precios de automóviles y camiones nuevos.
Además, los costos de los servicios aumentaron un 4,8% respecto al año anterior, su mayor aumento desde el año 1991.
Los costos de vivienda, que se consideran el componente más estructural del IPC y representan alrededor de un tercio del índice general y aumentaron un 0,5% respecto al mes anterior, la mayor cantidad desde noviembre. El alquiler residencial también aumentó un 0,6% mensual, el mayor avance desde el año 1987.
Los costos de reparación de vehículos se dispararon en un récord de 4,3% desde enero. Y el índice de cuidado personal saltó un 1,2%, un aumento sin precedentes.
Sin embargo, los precios de las estadías en hoteles y las tarifas aéreas se recuperaron en febrero. Luego del retroceso de la actividad económica relacionado con la nueva cepa de Covid Ómicron, en diciembre y enero.
La crisis energética podría acelerar la inflación estadounidense
La situación geopolítica actual añade incertidumbre al ciclo de subida de intereses del Banco Central de los Estados Unidos para el próximo año. Los funcionarios de la Reserva Federal podrían adoptar una postura más agresiva si las perturbaciones energéticas provocan una inflación más elevada y persistente. Pero también podrían adoptar un enfoque más cauteloso si el sentimiento del consumidor se hunde y la caída de los salarios reales comienza a pesar sobre el crecimiento, a medida que se prolonga el conflicto en Ucrania.
Los datos del Índice de precios al consumidor (IPC) de febrero mostraron que los precios de la gasolina aumentaron un 6,6% respecto al mes anterior y representaron casi un tercio del aumento mensual. Parte de eso puede reflejarse en picos en los precios de la energía, como resultado de los primeros días de la invasión de Rusia durante la última semana del mes. El impacto real se captará de forma más completa en el próximo informe del IPC del mes de marzo.
En lo que va de mes, el precio de la gasolina regular ha aumentado un 19,3%, posicionándose en un promedio de $4,45 dólares el galón, según datos de la Asociación Estadounidense Automotriz.
Asimismo, los precios de los alimentos subieron en un 1% respecto al mes anterior, el mayor avance desde abril del 2020, según el IPC.
Si bien el impacto total del conflicto ucraniano en la economía de los Estados Unidos no está claro del todo. Es probable que los crecientes costos del petróleo, los granos y los metales se trasladen a otros productos básicos y, en última instancia, a los precios al consumidor.
El martes, la administración Biden prohibió las importaciones de petróleo ruso a los Estados Unidos. Una medida que aumentará las presiones sobre los precios generales de los productos estadounidenses.