En un artículo anterior en EQI, se analizaba el problema de la escasez de materias primas en China, sobre todo de carbón. Ahora que este commodity se convierte en la principal fuente de energía, el mismo comienza a escasear y subir de precio. Esto impacta de manera dura el pronóstico de la cosecha en China y amenaza con una subida internacional de los precios de alimentos y productos agrícolas en general.
Que esto ocurra en esa nación asiática es preocupante en extremo para el mundo. Esto porque China es el principal productor de alimentos del mundo y la segunda potencia económica, comercial y financiera. En ese sentido, la crisis de escasez de energía, amenaza con golpear de manera particularmente aguda la cosecha de otoño. Los sectores industriales relacionados con la agricultura, se encuentran parcialmente paralizados.
Tal situación lleva a una probable desaceleración del crecimiento económico. Entre las zonas más afectadas, se encuentran las provincias de Jilin, Liaoning y Heilongjiang en el noroeste del país. Debe tenerse en cuenta que en estas provincias se produce la mitad del maíz y la soja de toda China.
Cosecha en China en el peor de los momentos por falta de electricidad
La dura situación con la cosecha en China, enciende las alarmas en el mundo debido a la capacidad de producción para este año. Gran parte de los rubros considerados como vitales, estaría en peligro. Algunas de las principales plantas fueron obligadas a cerrar por parte de las autoridades para racionar electricidad.
Entre estos rubros se cuenta el maíz, soja, maní y algodón, reporta el portal de noticias Bloomberg. Una situación similar se vivió el año pasado cuando China importó grandes cantidades de productos agrícolas que tradicionalmente se producían dentro de sus fronteras. Esto último, como consecuencia de la crisis provocada por la pandemia del Covid-19.
Durante 2020, como consecuencia de las grandes importaciones de alimentos de China, los precios de los alimentos subieron a topes de varios años. Las industrias internacionales que dependen de las materias agrícolas chinas, se encuentran en grandes aprietos en la medida en que se agudiza la crisis de energía.
En otras palabras, mientras peor sea la crisis de escasez de energía, más duro será el panorama para la cosecha en China. Hasta ahora, Pekín importa cerca de 4.4 millones de toneladas de carbón de África y Asia para cubrir la demanda interna. Pese a esto y que sea la productora del 50% del carbón mundial, sus reservas siguen bajando.
Las autoridades redoblan los esfuerzos
De acuerdo a los medios estatales controlados por Pekín, las autoridades estarían haciendo todos los esfuerzos necesarios. Uno de ellos, estaría enfocado en la lucha por garantizar el suministro de energía, lo cual es condición sine qua non para una cosecha exitosa dado el grado de industrialización agrícola de ese país.
De no alcanzarse los objetivos de adquisición de materias primas para la generación de energía, podrían presentarse problemas de escasez de alimentos a lo interno. «Esto afectará el suministro y los precios de los productos agrícolas. Lo cual es de suma importancia para la economía nacional y el sustento del pueblo», puntualiza Futures Daily. De cualquier manera, será una cosecha dura para la nación China, reconoce el medio.
El mismo medio estatal explica que la electricidad es esencial para la agricultura en tanto que ayuda a mantener secos los productos. Sin esta, la calidad de los cultivos de maíz, por ejemplo, se deterioraría de manera importante.
