La humanidad está viviendo tiempos complicados, y así ha sido desde hace ya varios años. Y es que, el optimismo mundial generado por el final de la Guerra Fría ha terminado en la actual crisis del COVID-19, el regreso de la competencia entre grandes potencias, y especialmente la crisis climática. Por esta razón, según el ex Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, el mundo está en el precipicio.
Un mundo, muchos conflictos
Nunca en la historia la humanidad había estado en un mejor momento como civilización. Durante los últimos siglos, los avances tecnológicos han permitido aumentar la esperanza de vida, disminuir las enfermedades, aumentar la alfabetización y crear un mundo mejor y más interconectado.
Sin embargo, al mismo tiempo que se han dado todos estos desarrollos positivos, el mundo también ha empezado a hacer frente a varias de las crisis más duras en la historia de la humanidad. Pues, no es la pandemia generada por el COVID-19 la única amenaza a la que deberá hacer frente la raza humana. Sino que la misma se combina con otras problemáticas sociales, económicas y medioambientales de escala planetaria.
De hecho, el mayor problema para el mundo entero actualmente es el cambio climático, y los enormes efectos que el mismo tiene en el clima, la economía y la salud a nivel global. Los cuales, de no ser atendidos inmediatamente podrían dirigir nuestro mundo a una de sus épocas más oscuras. Justamente la posición defendida por el ex Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, quien ve como el mundo poco a poco se acerca a un punto de no retorno.
La advertencia del ex Secretario General
Así, Ban Ki-moon comentó en una charla con CNBC que los próximos diez años serán fundamentales para los países del mundo. Los cuales deberán profundizar sus esfuerzos para cumplir con los Objetos del Desarrollo Sostenible, y evitar así los peores efectos de la crisis climática sobre nuestras sociedades.
Especialmente, el ex Secretario General de la ONU hizo referencia a la crisis del agua. Un problema que se ha hecho patente durante la pandemia del COVID-19, cuando el líquido se convirtió en un elemento primordial para la prevención contra el virus. Sumándose su escasez a otras crisis como la eléctrica o la social. Todo lo cual debe ser atendido con urgencia según Ban Ki-moon. Lo que requeriría la participación de líderes de todo el planeta, trabajando en conjunto en pro de objetivos a largo plazo.