miércoles, abril 24, 2024

Capital extranjero en China: Un arma de doble filo

David Fuentes
David Fuentes
Estudiante de Relaciones Internacionales y Derecho en la Universidad Central de Venezuela. Interesado en el estudio de la economía internacional, así como del desarrollo y aplicabilidad de los derechos de Propiedad Intelectual a nivel global.
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La resiliencia que la potencia asiática mostró frente a los estragos de la pandemia, hicieron del país una opción sólida para aquellos que buscaban cierta estabilidad en sus finanzas. Con esto en mente, no debe sorprender a nadie la exorbitante entrada de capital extranjero que China protagonizó durante el 2020; una realidad que, aunque deseable para cualquier Estado, ahora empieza a generar serias inquietudes en la región. Desde EnQuéInvertir te contamos.

Una entrada masiva de capital extranjero

Durante el 2020, China logró mostrarse sumamente atractiva para los inversionistas. Los activos de la región asiática mostraban un mejor rendimiento a sus homólogos en todo el mundo. Esto es una realidad que se materializó en 520 mil millones USD en concepto de acciones locales mantenidas en el extranjero; un rendimiento que representa un crecimiento del 62% con respecto al 2019.

Aunque ya de por sí son cifras más que deseables; vale acotar que el gobierno chino percibió 53.500 millones USD en compra de sus bonos del tesoro; mientras el Yuan mostraba uno de sus mejores rendimientos en la última década.

Ingresos procedentes de capital extranjero apilados en bonos y acciones en China. Fuente: Bloomberg
Ingresos procedentes de capital extranjero, apilados en bonos y acciones en el mercado chino durante los últimos 6 años. Fuente: Bloomberg, Banco Popular de China.

Del mismo modo, China ha realizado grandes esfuerzos para habilitar canales de inversión desde Hong Kong a través de la compra de acciones y títulos financieros. En suma, la presencia de capital extranjero en China jamás había sido tan grande.

Un arma de doble filo

Incluso cuando en un primer momento se podría pensar que es una situación más que idílica para el gobierno chino, existen diversos factores que empiezan a generar preocupación dentro del Partido Comunista. Dado que el gran flujo de capital extranjero llegó a China durante los peores momentos de la crisis global, valdría la pena vislumbrar un escenario en donde otros mercados empiezan de nuevos a ser competitivos.

Así, es necesario entender que una masiva entrada de capital extranjero genera un caldo de cultivo para que las expectativas y la especulación crezcan. Ahora, para que esto no genere importantes distorsiones económicas y financieras, es imprescindible que el capital pueda permanecer en la región; una situación compleja teniendo en mente que el mercado americano vuelve a manifestarse como una opción lucrativa.

Estados Unidos ya empieza a registrar importes señales de superación. Vale decir que la primera potencia del mundo ya ha logrado la inoculación de la vacuna contra el COVID-19 en al menos un cuarto de su población. Del mismo modo, el rendimiento en los bonos americanos han registrado una tendencia al alza, afectando directamente a la prima china en un 1 punto; todo, mientras el dólar cobra fuerza en perjuicio del Yen.

Control del flujo de capital

Dicho esto, es válido entender el estricto control que tienen las autoridades chinas, tanto para la entrada como para la salida de capitales en el país.

Uno de los mecanismos utilizados por el gobierno de Xi Jinping, es la de estimular la salida controlada de capitales; no solo en aras de evitar flujos masivos fuera de sus fronteras, sino que también para garantizar que la economía pueda asimilar de manera armónica las entradas.

Sin embargo, esto no deja de ser un dilema para las autoridades chinas en el contexto actual. La permeabilidad de las fronteras genera una diatriba en donde una excesiva permisibilidad de salida de capitales podría hacer estallar burbujas especulativas en el país; mientras liberar demasiado la entrada supondría dejar la economía expuesta a los estímulos económicos de los Estados Unidos. Y es que este último factor se traduce en un excesivo nivel de capital extranjero, que eventualmente generaría importantes desequilibrios macroeconómicos, una vez la Reserva Federal de EUA se vea en la necesidad de aumentar las tasas de interés.

Finalmente, hay que entender que el mercado de la potencia asiática está llamado a ser el primer objetivo de los entusiastas extranjeros, aun cuando la capacidad de la economía china para asumir esa entrada sea relativa; cosa que, por supuesto, crea un escenario sumamente complejo para las autoridades de la potencia oriental.

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