Si, por más descabellado que pueda sonar, las tierras de cultivo son la inversión inteligente del magnate de la corporación Microsoft. Y es que, lejos de lo que pudieras imaginar, existen diversos motivos para apostar a este rubro. Aquí te lo contamos.
Un consejo de Warren Buffett
La historia detrás de la estrategia de inversiones de Bill Gates inicia en el 2014 con la carta anual a los inversores de Warren Buffett. Durante la misma, el multimillonario dio la recomendación de poner atención en las tierras de cultivo, ya que las mismas son inversiones que «no tienen mayores inconvenientes y tienen un potencial sustancial».
Claro está que las palabras de Buffett tuvieron una gran repercusión en la toma de decisión del CEO de Microsoft; ya que desde entonces, el magnate ha desplegado una importante estrategia de inversiones en al menos 19 de los 50 estados federados de Los Estados Unidos.
Tierras de cultivo: Una gran inversión
Pese a que el sector tecnológico y el sector agrícola parecen ser áreas antagónicas de desarrollo económico, a Bill Gates no le faltan motivos para llevar estas inversiones a cabo.
Lo primero que hay que entender es que cuando hablamos de las tierras cultivables de los Estados Unidos, algunos estudiosos de la geopolítica catalogan a la vasta región central de la Unión como «el granero del mundo»; y es que la potencia hegemónica es el responsable de la producción de casi el 10% del trigo a nivel mundial.
Al mismo tiempo, se le atribuye la venta del 16% del cereal a nivel internacional. Teniendo en cuenta a su vez que el trigo es el cereal más consumido en el planeta, no debe extrañarnos que las tierras de cultivo sean un sector sensible para la economía de la nación.
Con esto en mente, resulta lógico que desde 1980, la Casa Blanca haya creado un esquema amplio de protección al sector.
El elemento que más resalta dentro de este sistema, es el programa de seguro de cosechas con apoyo federal, el cual pasó de unos modestos 200 millones USD durante la administración Reagan, a unos acaudalados 8 mil millones en la actualidad; esto sumado a un programa de subsidios que responde a la caída de los precios, y un flujo oneroso de asistencia al desarrollo y a la sustentabilidad de sector. Todos elementos que hacen de las tierras de cultivo americanas un rubro susceptible a un sólido sistema de soporte gubernamental.
La llave maestra: Las tasas de interés
Las tasas de interés son claves para entender el negocio lucrativo que existe en las inversiones de Gates. Vale decir entonces que las mismas se han caracterizado por fluctuar en niveles muy bajos, rozando el 0% durante los últimos años. Con esto en mente, el rendimiento real de las mismas, ajustándose a los niveles inflacionarios típicos del sector, han sido del 5%. En otras palabras, resultan sumamente atractivas para obtener retornos al largo plazo.
Vale acotar que el valor de las tierras fluctúa del mismo modo que lo hacen las acciones de la bolsa de valores; es decir, su precio varía en torno a las expectativas que se tengan en las cosechas en el próximo año.
Ahora, con las tasas de interés en los niveles ya señalados, y el sistema de protección gubernamental al cual las tierras de cultivo son objeto; sería justo afirmar que estas tienden a la revalorización; ya que, el flujo de dinero gubernamental será calculado para la sustentación del sector siempre por encima del valor real, lo que involucra una imprecisión que resulta en un ingreso al agricultor; y en el peor de los casos, de darse una fluctuación negativa, la amortización en la perdida de su valor.
De esta forma, lo que empezó siendo un consejo de Buffett en su carta anual, el CEO de Microsoft lo materializó en todo una estrategia de inversión. Sin lugar a dudas, Gates tiene importantes motivos de agradecimiento al veterano de Wall Street.