Para empezar este análisis de DXY hay que tener en cuenta que aumentó un 3% esta semana. Hoy ha superado nuevamente máximos anuales, cotizando arriba de los 114. El índice del dólar avanza a pasos de gigante hacia máximos históricos del año 2001. Los analistas coinciden con que esta subida se encuentra en un contexto peor que en dicho año, cuando DXY llegó a los 121.
Es necesario ahora mismo que el volumen de venta aumente para que los 121 no sean la próxima resistencia a romper. Sin embargo, es bastante improbable una reversión para DXY en el actual panorama macroeconómico. Vale destacar que ha fracasado la idea de meses anteriores que auguraba un retroceso del dólar en verano, pues las tendencias estacionales usualmente han favorecido dicho escenario.
Pero no ha sucedido así y la caída de la libra esterlina (GBP) ha dado cabida a un mayor fortalecimiento del dólar. Puesto que, aunque GBP solo sea una de las seis divisas que conforman al índice DXY, cada vez que su precio oscila entre el 3-5%, impacta en el índice.
También vale recalcar en este análisis de DXY que este aumento semanal es el más grande desde el 16 de marzo del 2020, cuando la incertidumbre de la pandemia impulsó al DXY al alza. En dicha época fue una señal máxima de subida y posteriormente experimentó una corrección de 13,5%.
La resistencia más próxima podría estar cercana a los 120, qué es la línea naranja de los 121 del 2002.
¿Por qué sube DXY?
Existen una serie de factores correlacionados que impulsan al índice del dólar al alza. El principal es el actual panorama macroeconómico mundial dominado por la inflación. Como se recurren a políticas de subidas de las tasas de interés para paliar dicha inflación, el crecimiento económico se debilita. Así que ante dicha incertidumbre, los capitales se refugian en el dólar, por ende, aumenta su comercio. Mientras que a su vez, dicho panorama desestimula la demanda de otras divisas.
Sin embargo, yendo a hechos concretos, desde que se presentaron en las últimas cifras de inflación en EE.UU., se generó el actual panorama perfecto para la subida de DXY. Dichas cifras mostraron que las políticas no hicieron el efecto esperado en la inflación. Por lo cual auguraron medidas más drásticas.
Después de que la FED anuncio la subida de las tasas de interés y una futura política estricta para paliar la inflación, el índice del dólar empezó a tocar máximos de varios años.
Análisis de DXY desde las consecuencias de su subida
Las consecuencias de la subida del índice del dólar se derivan literalmente de los efectos del fortalecimiento del dólar. Vale destacar que un dólar fuerte significa poder comprar muchas más divisas. A su vez, también significa que se necesitan más de las divisas pares para adquirir dólares.
Por ejemplo, hace un año 1 USD costaba 110 Yenes, pero ahora se necesitan más de 144 Yenes para comprar 1 USD.
Esto tiene diversos efectos sobre las economías, sobre todo relacionados con la importación de bienes y servicios. Recordemos que el dólar es la moneda predominante en el comercio internacional. Así que en este ámbito impacta en el precio de los bienes importados, los cuales se vuelven más costosos que las monedas locales.
Sin embargo, un efecto mayor sucede debido a que las empresas y los países piden prestado en dólares. Esto significa que, al debilitarse las monedas nacionales, es más complejo y costoso pagar las deudas en dólares.
De igual forma, el aumento de tasas de interés de la Reserva Federal, obliga a otros bancos centrales del mundo a subir sus tasas para ser más competitivos.
Después de este análisis de DXY y sus consecuencias, vale preguntar: ¿Seguirá subiendo DXY hasta superar los máximos del año 2001? El desarrollo de la inflación en Estados Unidos los próximos meses será crucial para saber la respuesta.