La compra china de oro está impulsando un cambio de paradigma en los lingotes. La relación entre el oro y los tipos reales se ha desmoronado. Los precios se han visto respaldados por las compras de los bancos centrales y los inversores.
¿Qué determina el precio del oro?
Durante gran parte de la última década la respuesta fue fácil: el precio del dinero. Cuanto más bajaban los tipos, más subía el oro y viceversa. Actualmente, ya no.
Básicamente, a medida que las tasas acordadas a la inflación se lanzaron al nivel más alto, los lingotes apenas han pestañeado. De hecho, los rendimientos reales brincaron de nuevo el jueves al nivel más alto desde el 2009, mientras que el oro al contado cayó apenas un 0,5% el mismo día.
Ahora bien, el derrumbe de la relación entre el oro y las tasas de interés reales podría ser un cambio de paradigma para el metal precioso, dejando a los inversores luchando por calcular su «valor justo».
También, el auge de la compra china de oro plantea interrogantes sobre la posibilidad de reafirmar la antigua dinámica en el mercado de lingotes, o si ya ha ocurrido un cambio paradigmático, aunque basado en nuevos fundamentos.
Los precios en alza: ¿Qué impulsa esta tendencia sostenida?
De hecho, algunos analistas indican una mezcla de compras por parte de los bancos centrales, encabezados por China, e inversores que aún apuestan a que una desaceleración económica estadounidense sería buena para el oro.
Al respecto, Marco Hochst, CFA de Berenberg expresó: «En nuestra opinión, el futuro parece mucho más atractivo para el oro».
Asimismo, Anthony Saglimbene, estratega jefe de mercado de Ameriprise Financial Inc. dijo: «No obtengo ningún rendimiento con el oro, pero puedo obtener rendimiento con el efectivo ¿A dónde voy a ir? En ese sentido, me sorprende lo resistente que ha sido el oro».
Por cierto, algunos analistas mantienen que, en lugar de desmoronarse por completo, la relación del oro con sus impulsores clave simplemente se ha restablecido a una base más alta.
De acuerdo a Marcus Garvey de Macquarie, eso podría permitirle establecer un récord si los rendimientos o el dólar vuelven a caer. De hecho, prevé que los precios aumentarán a $2.100 la onza el próximo año a medida que la economía estadounidense se desacelere.
Para finalizar, el oro puede ser un activo atractivo para muchas personas, pues este se considera un buen refugio financiero a largo plazo con bajo riesgo, por lo que son cada vez más los inversionistas que se aventuran a invertir en él. Sin embargo, a la hora de decidir incluir a este activo en el plan de inversiones, es importante saber que el valor se encuentra sujeto a los constantes movimientos del mercado.
Cierro con esta frase de Marco Piersimoni: «En el entorno actual, el oro no es un activo de diversificación muy convincente».
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