Los riesgos inflacionarios del Banco Central Europeo (BCE) aumentan por la caída de precios. La deflación le pegó a 12 de los 19 países que conforman la eurozona e incluyendo a algunas de las economías más grandes como: Alemania, Italia, España, Portugal y Grecia.
La revaluación del euro de los últimos meses es uno de los factores que está alimentando el fenómeno, abaratando los precios de los productos importados. Los precios de los servicios, lideraron la presión a la baja del índice.
El fantasma que recorre Europa en estos días es la deflación, que volvió a aparecer por primera vez en cuatro años. Los precios al consumidor cayeron 0,2% anual en agosto, comparado con 0,4% positivo en julio. Asimismo, lo de los servicios fueron un lastre particular en septiembre, y algunos alimentos y energía también fueron más baratos que durante el mes anterior.
Por su parte, los precios de la energía cayeron un 7,8% interanual en agosto, después de una caída del 8,4% en julio. Los precios de los bienes no industriales también disminuyeron, un 0,1% después de un aumento del 1,6% en julio.
Sin la energía volátil y también los cambios en los precios de los alimentos no procesados (lo que el Banco Central Europeo llama inflación básica) los precios cayeron un 0,4% intermensual. Y acumulan una subida 0,6% interanual.
Si bien la debilidad de la inflación puede explicarse, en parte, por razones técnicas. Como un recorte temporal del impuesto a las ventas en Alemania, también destaca los riesgos de una demanda moderada. Y una apreciación del euro, que amortigua los costos de importación.
Inyectar más liquidez a la economía
Ahora bien, en junio, el Banco Central Europeo dispuso inyectar más liquidez a la economía. Aumentando la compra de bonos de 750.000 millones a 1,35 billones de euros hasta 2021. Entonces, el BCE recalculó a la baja la tasa de inflación para 2020, hasta el 0,2%. Pero no esperaba que los precios descendieran aún más.
Los economistas predicen que el programa se incrementará en 350.000 millones de euros este año, muy probablemente en diciembre, cuando se anuncien nuevas proyecciones económicas.
Nuevo programa por el Banco Central Europeo
Los analistas esperan que Christine Lagarde la presidenta del BCE, disponga un nuevo programa de compra de bonos por otro medio billón de euros, que se implementaría a partir de diciembre.
De todos modos, a esta altura nadie espera gran cosa de la política monetaria: la economía europea ya está en una trampa de liquidez de la que solo la expansión fiscal podrá rescatarla.
Por su parte, Lagarde, ha señalado que los precios en la región bajarán en los próximos meses. Pero dijo que deberían volver a subir a principios de 2021. A principios de esta semana, dijo que las expectativas de inflación a más largo plazo basadas en el mercado podrían haberse «suavizado», en lo que podría ser una señal de que hay más estímulos monetarios en trámite.
Otros datos recientes han sido mixtos. Mientras aumentan los casos de virus y se incrementa la amenaza de nuevas restricciones, la fabricación en la zona euro se está expandiendo al ritmo más rápido en más de dos años.