Este viernes, el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, efectuó su esperado discurso durante el simposio de Jackson Hole. La visión principal de los expertos es que el funcionario retomó su apuesta agresiva en la lucha contra la inflación.
El funcionario alertó que las subidas de tipos que hasta ahora se han llevado adelante no han sido capaces de enfriar suficientemente la economía. Este hecho es más que suficiente para mantener estables las tasas de interés. Sin embargo, en caso de que la economía muestre señales de mayor crecimiento, serían necesarios incrementos adicionales, expresó.
Aunque dijo que el retroceso de la inflación durante los últimos meses es bien recibido, la cifra todavía está en una posición «inaceptablemente alta». De este modo, el jefe del banco central estadounidense se compromete con una posición de halcón a pesar de los progresos.
Presidente de la Fed con tono agresivo en Jackson Hole
Esta edición 2023 del simposio anual de Jackson Hole de la Fed nuevamente tiene a Powell como el centro de todo. Durante las últimas ediciones, el discurso del funcionario se ha convertido en una obsesión para los medios y para los inversores.
En esta oportunidad, el funcionario no perdió tiempo para mostrar una posición agresiva ante el actual estado de la economía. «Aunque la inflación ha descendido desde su punto máximo -algo positivo- sigue siendo demasiado alta», expresó en su discurso.
A propósito de esto, destacó que la Fed está preparada para subir aún más la tasa de fondos federales si las condiciones así lo imponen. «Tenemos la intención de mantener la política en un nivel restrictivo hasta que estemos seguros de que la inflación está descendiendo de manera sostenible hacia nuestros objetivos», remarcó.
Paralelamente, insinúo que el descenso de la presión inflacionaria permite a los funcionarios ser más reflexivos y cuidadosos antes de actuar. De tal manera, recalcó que, luego de conocer los datos correspondientes, en las próximas reuniones podrían actuar más cuidadosamente.
Desde el pasado 22 de marzo, las reuniones del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), mantienen la política de subida de tipos. Desde entonces, la tasa subió desde 0-0,25% hasta los actuales 5,25-5,50%. La importancia del discurso del presidente de la Fed en Jackson Hole estriba en que los mercados buscan pistas sobre el siguiente paso.
El dedo en el gatillo
La vista agresiva del funcionario apuntó a que el banco central no permitirá que la inflación resurja como consecuencia de haber bajado la guardia. No debe perderse de vista que la economía en ascenso es el principal motor para la subida de los precios. Esto es consecuencia de que aumenta la liquidez en los mercados. Considerando este hecho, la Fed teme a la actual fortaleza de la economía, al bajo desempleo, a los altos salarios y al fuerte consumo minorista.
«La evidencia adicional de un crecimiento persistentemente por encima de la tendencia podría poner en riesgo mayores avances en materia de inflación y podría justificar un mayor endurecimiento de la política monetaria», subrayó Powell. Seguidamente, argumentó que existe mucho camino por delante para ver estabilidad en los precios.
El índice de precios al consumidor (IPC) interanual en julio se colocó en 3,2% desde el 9,1% de junio del 2022.
Hasta ahora, los analistas y operadores esperan que en la próxima reunión del FOMC no se apliquen subidas de tipos. En tanto, para el encuentro de octubre, se realizaría la última subida de este ciclo y constaría de 25 puntos básicos. Por otra parte, los recortes no están a la vista y se calcula que los primeros podrían darse bien entrado el 2024.
Algunos economistas citados por Financial Times consideran que bajar la inflación al objetivo del 2% de la Fed requiere un tiempo prolongado de altas tasas. En ese sentido, el discurso del presidente de la Fed en Jackson Hole no se puede considerar una sorpresa.