La inflación de la zona euro ha alcanzado un nuevo récord en junio, a poco tiempo de que se realice el primer aumento de tasas de interés por parte de Banco Central Europeo (BCE) en 11 años.
La inflación general en la zona euro llegó hasta los 8,6% (interanual) en junio, según las cifras preliminares de la oficina europea de estadísticas, «Eurostat», publicadas este viernes. Dicho incremento en la inflación, superó las estimaciones de los economistas del 8,4%.
Sin embargo, a principios de esta semana Alemania informó de una caída de 0,5 puntos porcentuales en su inflación mensual. Según los expertos, esto se debió a los nuevos subsidios del gobierno alemán para aliviar el impacto del aumento de los precios de la energía.
Por otro lado, Francia y España experimentaron récords inflacionarios en junio, España en específico, alcanzó una inflación del 10% (interanual) por primera vez desde 1985.
El BCE radicalizará sus políticas monetarias para frenar la inflación
El BCE se reunirá a finales de julio para anunciar el primer aumento de las tasas de interés en 11 años. El Banco Central Europeo ha expresado que probablemente las tasas «volverán a subir en septiembre», lo que significa que las tasas de interés podrían volver a un territorio positivo durante este año.
Cabe destacar que el BCE ha conservado las tasas en un rango negativo desde el año 2014.
Asimismo, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, dio diversas conferencias a principios de la semana en las cuales adoptó un tono agresivo ante la situación inflacionaria.
«Si las perspectivas de inflación no mejoran, tendremos suficientes motivos para avanzar más rápido». Expresó Lagarde a una audiencia en Sintra, Portugal.
Sin embargo, existen crecientes dudas sobre el futuro de la política monetaria en la zona euro, en medio de los temores de una recesión en los próximos meses. Según los expertos, si el Banco Central Europeo actuara rápidamente aumentando las tasas, podría ocasionar una desaceleración en el crecimiento económico de la zona euro.
«Seguimos esperando un crecimiento positivo», expresó Christine Lagarde.
A pesar de las expectativas de Lagarde, la pregunta de los ciudadanos es si la zona euro logrará escapar de una recesión este año o si llegará en el 2023.
Asimismo, los economistas de la institución financiera «Berenberg», prevén una recesión en la zona euro en el 2023 con una contracción del PIB del 0,8%.
No obstante, a pesar de los numerosos pronósticos de los expertos, las presiones económicas debidas a la invasión a Ucrania por parte de Rusia, sobre todo en el sector de la energía y alimentos, podría tener como consecuencia una recesión más prolongada y antes de lo esperado.
El BCE estará alerta ante una posible recesión antes de lo esperado
Hasta ahora, los funcionarios del Banco Central Europeo han evitado hablar sobre una inminente recesión.
«Aún esperamos tasas de crecimiento positivas, debido a los amortiguadores internos contra la pérdida del impulso de crecimiento». Expresó Lagarde a principios de esta semana.
El Banco Central Europeo, pronosticó en junio una tasa del PIB del 2,8% para la región durante este año. Sin embargo, los responsables políticos del BCE son conscientes de que la desaceleración económica es un importante riesgo al que deben vigilar.
Philip Lane, el economista jefe del BCE, dijo que «deben permanecer alerta» durante los próximos meses.
«Con la actual incertidumbre, tenemos que manejar los dos riesgos». Expresó Lane, quien también es miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo, el martes en el Foro de Sintra.
«Por un lado, podrían ser fuerzas que mantengan la inflación más alta de lo esperado durante más tiempo. Por otro lado, tenemos el riesgo de una desaceleración de la economía, que reduciría la presión inflacionista», comentó Lane.
También, Andrew Kenningham, economista jefe para Europa de «Capital Economics», dijo que la cifra del 8,6% «probablemente no sea suficiente» para poner en juego un aumento de las tasas en más de 50 puntos básicos de manera pronta.
«Dado que los formuladores de políticas se sienten cada vez más incómodos con su política de tasas de interés negativas, esperamos ver mayores aumentos de tasas a partir de septiembre, con la tasa de depósitos aumentando a 0,75% para fin de año». Expresó Kenningham.