La relación entre el gobierno chino y las criptomonedas ha sido un tema controvertido en los últimos días. Dada la promesa de la potencia asiática de imponer fuertes regulaciones al mundo de los criptoactivos, el valor el Bitcoin sufrió la corrección más fuerte en los últimos meses. Pese a los temores infundados, China hoy desmiente la creencia que las criptomonedas sean objeto de prohibición absoluta dentro de su territorio.
Una puesta en contexto
Dentro un contexto global, la tendencia de crear una versión digital de la moneda nacional, se está haciendo cada vez más recurrente. Vale decir que entre los proyectos más avanzados, encontramos la digitalización de la moneda de China. Así, el Yuan electrónico, aunque de manera controlada y regulada a ciertas ciudades, ya está puesto en circulación.
Los dirigidos por Xi Jinping toman cada vez más medidas en favor de la popularización de este formato de moneda. Así, recordamos como el gobierno de Pekín ofreció en tiempos recientes 5 millones de euros en Yuanes digitales por la vía del sorteo.
Gracias a esto, algunos expertos consideran que la nueva versión electrónica de la moneda china, podría ser incluso más competitiva que el mismo dólar. Pese a esto, las criptomonedas de orden privado podrían fungir como un elemento desestabilizador dentro del proyecto del Yuan digital.
Vale decir que no solo estamos hablando del país responsable del minado del 60% de Bitcoin a nivel mundial; sino que además los altos niveles de trasparencia que ostentan las criptomonedas, las convierte en una alternativa atractiva para el sistema de gobierno altamente centralizado de la potencia asiática.
China desmiente la prohibición
Dada esta realidad, las autoridades de Pekín anunciaron nuevas prohibiciones con respecto a la comercialización con criptomonedas. Así, durante el 19 de mayo, China prohibía que las instituciones financieras y las empresas ofrezcan servicios relacionados con transacciones en criptoactivos.
Gracias a esto, los temores de una prohibición absoluta se esparció no solo en al país oriental, sino por todo el mundo. Pese a este contexto, hoy China desmiente que las criptomonedas sean objeto de restricción absoluta en su territorio.
Aunque para la nación asiática Bitcoin representa un instrumento fácilmente subsumible a actividades delictivas, así como un elemento desestabilizador de la economía por su alta volatilidad; nuevos informes confirman que los ciudadanos chinos tienen «la libertad» de adquirir monedas digitales como Bitcoin.
Una mejor interpretación
Entendiendo los elementos anteriores. Aunque China desmiente que las criptomonedas sean objeto de suspensión definitiva, si hay ciertos elementos que se deben considerar.
Aunque los ciudadanos chinos son libres de adquirir criptomonedas; tal como se anuncia en las divulgaciones de Pekín, estas transacciones se realizan «bajo el propio riesgo» del acreedor. Dado que las instituciones no están autorizadas para realizar ningún tipo de operación con estos activos, la adquisición de las criptomonedas se vuelve menos llamativa, al carecer de respaldo o asistencia institucional.
Del mismo modo, el gobierno chino invita a sus gobernados que no adquieran estas monedas digitales, ya que estas: «violan gravemente la seguridad de los activos de las personas»; todo mientras, según las autoridades del Partido Comunista, colaboran estrechamente en la consolidación de actividades criminales como la legitimación de capital, y la compra-venta de productos o servicios ilícitos.
En suma, aunque la nación asiática exhibe un contexto poco benigno para las criptoactivos, esto no debe ser interpretado como una prohibición definitiva en China.
Aunque Pekín crea elementos disuasorios en pro de incentivar el abandono de las criptomonedas; los ciudadanos chinos aún pueden mantener su cartera de inversión sin contradecir la ley; un hecho que no parece factible que cambie, al menos al corto plazo.