Al comienzo de julio, la valoración del Euro cayó considerablemente, siendo influenciada por varias trabas en la economía europea. El conflicto de Ucrania, la reducción del suministro de gas y el retroceso de la confianza de los inversores impiden que el Euro recupere los niveles de meses anteriores. Por el contrario, su posición actual no era vista desde hace 20 años, y el mercado europeo se debilita frente al dólar estadounidense.
Temores por una recesión
Los inversores de la zona euro están preocupados por la posibilidad de que la economía de la región no tenga la suficiente fortaleza para «resurgir». Frente a esta situación, la banca central europea se ha mostrado cautelosa en el marco de las modificaciones a sus políticas económicas.
El Banco Central de Europa no avanza con una conducta «agresiva» respecto de sus decisiones al tomar en cuenta la llegada de alguna contracción económica. Esta semana, el Euro cayó hasta una posición que no se veía desde hace 2 décadas, haciendo que los operadores pierdan la confianza en la divisa y busquen diversificar sus capitales.
Al momento de realizarse esta publicación, el par EUR/USD cotizaba a $1,025, perdiendo aproximadamente un 10% de su valor en lo que va del 2022. El mercado del Euro es golpeado por varios factores a la vez. Entre ellos, encontramos al fortalecimiento del USD en los últimos meses, cuyo progreso es impulsado por el endurecimiento de la FED.
La divisa europea pierde terreno entre las preferencias de los inversores
Teniendo en mente que otras divisas han registrado una mayor estabilidad que el Euro, se denota un escenario de ventas, a medida que se buscan alternativas «viables» ante la llegada de una posible recesión. Los incrementos de las tasas de intereses por parte de la Reserva Federal representan un foco de atención que los operadores no pierden de vista.
En tal sentido, el índice DXY refleja un avance positivo para el dólar estadounidense, justo en el momento que la inflación pareciera no detenerse pronto. El USD es considerado como un refugio donde los capitales podrían estar resguardados, mientras que Euro no retorna a los niveles observados anteriormente.
Además, Europa se enfrenta al problema de las deficiencias en las cadenas de suministros. Particularmente, la distribución del gas en la región se ha visto reducida. El Euro cayó con un escenario influenciado por los recortes de la materia prima proveniente de Rusia.
Dicho país está lidiando con el conflicto en Ucrania, que sigue vigente, ya que no se han definido pasos concretos para detener el enfrentamiento. Por otro lado, y a pesar de que hasta ahora se sostenían políticas monetarias «flexibles», el BCE anunció recientemente su intención de traer nuevos aumentos en sus tasas de intereses.
Este dato llega después de que la entidad financiera no realizara incrementos de esta índole en alrededor de 11 años. La inflación interanual alcanzó el 8,6% en junio, pero las subidas de los tipos se ve obstruida por la amenaza del surgimiento de una recesión.
