La relación de Donald Trump, actual presidente de los Estados Unidos, con la agricultura, ha tenido sus roces este último año. Luego de que los granjeros favorecieran la candidatura de Trump en 2016, la guerra comercial entre el país norteamericano y China ha golpeado las ganancias del sector agro.
Con las elecciones presidenciales acercándose cada vez más, Trump busca compensar dicha pérdida de ganancias aprobando el más reciente paquete de ayuda agrícola de US$ 14 millones, anunciado en Wisconsin el pasado 17 de septiembre. Esto ha ocasionado un máximo histórico, esperando que llegue a los US$ 51.200 millones este año. Pero… ¿Qué opinan los granjeros al respecto?
«Siento que hemos recibido el apoyo de la gente que está tomando decisiones políticas en el ámbito agrícola», opina Roger Hadley. Granjero que cultiva unos 1.000 acres de maíz y soja en el noreste de Indiana. «Me preocupa mucho si Biden-Harris son elegidos… No tengo la confianza de que nos cuiden también, al menos a corto plazo».
El subsidio gubernamental hacia el sector agro ha alimentado opiniones como estas, aumentando, posiblemente, las probabilidades de éxito de Trump en los estados indecisos (y principales productores agrícolas) como Iowa, Minnesota, Wisconsin y Ohio. Si esto ocurre, se repetirá el patrón visto en el 2016, donde el sector agrícola favoreció al actual presidente.
El candidato demócrata Joe Biden y su candidata a la vicepresidencia, Kamala Harris, prometieron un enfoque más multilateral del comercio internacional. Debido a la política establecida por Trump de eximir a algunas refinerías de petróleo de los requisitos de mezclar etanol en su combustible. Así reduciendo la demanda de maíz utilizado para hacer biocombustible.
A pesar de que los agricultores han expresado cómo esta política los ha afectado, al parecer algunos consideran que los paquetes de ayuda son motivos suficientes para votar por el candidato republicano. Trump está moviendo de forma estratégica sus piezas en el sector de la agricultura.
Estos pagos van desde seguros de cosecha de larga duración, para que los productores protejan sus cultivos y sus inversiones, hasta nuevos programas que compensan a los agricultores por las ventas perjudicadas durante la guerra comercial de aranceles entre Estados Unidos y China. Los subsidios sólo han aumentado cada año en medio de la presidencia de Trump.
El máximo histórico del subsidio agrario no sólo se atribuye a los US$ 51.200 millones. Sino también a la participación del gobierno estadounidense en el ingreso neto en efectivo de los agricultores. Este año aumentará al 39,7%, la mayor cifra registrada en 20 años.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) pronosticó que los ingresos netos de los agricultores aumentarían un 4% en 2020 con respecto al año pasado, incluso antes del anuncio del nuevo subsidio en Wisconsin. Dichos ingresos son un indicador de la salud de las granjas, calculando la cantidad de dinero que un agricultor puede mantener en su bolsillo luego de las inversiones hechas en sus cultivos.
Inicialmente, en el 2018 los granjeros no querían subsidios como tal, más bien pedían un «trade-not-aid». Eslogan que sugiere que la mejor manera de promover el desarrollo económico es a través del libre comercio, sin proporcionar ayuda directa. No obstante, desde entonces han recibido variedad paquetes de ayuda, incluso como estímulos para combatir el COVID-19.
El plan de ayuda agrícola anunciado en septiembre se dirigió a los agricultores que señalaban que el anterior paquete de US$ 19.000 millones, asignado en abril, no era suficiente.
El plan asignó hasta US$ 3.500 millones para el maíz, US$ 1.400 millones para la soja y US$ 725 millones para el trigo. Dando ingresos adicionales a los agricultores que están reservando las ventas de esos cultivos a los elevados precios actuales.
Reuters afirma que esto es gracias a que el paquete más reciente se calculó en base a los precios entre mediados de enero y julio. Justo antes del rally de los precios de los commodities en agosto. Debido a la preocupación de que una tormenta de viento y la sequía en el Medio Oeste dañaran las cosechas de la nación.
El Environmental Working Group (EWG), un grupo que advoca por la salud y el medio ambiente, señaló que la estrategia de Trump de proporcionar más paquetes de ayuda al sector agrícola es «una compra de votos a la antigua». Scott Faber, vicepresidente de asuntos gubernamentales de dicho grupo, agregó que el presidente «está canalizando demasiado dinero a los agricultores que no lo necesitan», y que «la única explicación plausible es que representa una compra de votos pasada de moda».
Sin embargo, el secretario de USDA, Sonny Perdue, declaró que habló con los agricultores y ganaderos para diseñar un plan que satisficiera las necesidades de los afectados por el COVID-19.
De hecho, los agricultores expresaron que la ayuda todavía era necesaria para compensar los últimos tres o cuatro años de bajos precios de los commodities. Además de la alta deuda y las guerras comerciales.
Las compras de China de productos agrícolas estadounidenses continúan por debajo de los US$ 36.000 millones prometidos este año en el acuerdo comercial. Pero el aumento de sus compras de maíz y soja en los últimos meses ha beneficiado a los agricultores. Y ha ayudado a subir los precios de los commodities.
El Barómetro de la Economía Agrícola de la Universidad de Purdue/CME Group, una medida mensual de sentimiento económico de los agricultores basado en encuestas a 400 individuos, aumentó un 22% en agosto, antes del último anuncio de ayuda económica, su nivel más alto desde febrero. Además subió otro 8% en septiembre.
No obstante, las opiniones al respecto por parte de los agricultores no son unilaterales.
Joel Greeno, granjero de Wisconsin y presidente de la organización Family Farm Defenders, asegura que la ayuda hacia el sector agrícola es un mito:
«Aunque la sociedad cree que estos programas ayudan a los agricultores, el dinero muy rara vez llega a los agricultores. La América rural no ve ese dinero porque no llega aquí (…) La mayor parte se destina a los terratenientes ricos y a las empresas agrícolas corporativas», dijo para The New York Times.
Y tú, ¿crees que los paquetes de ayuda mejorarán la relación entre el sector de la agricultura y Donald Trump? ¿Obtendrá votos a favor gracias a esto? Esperamos tu opinión en la caja de comentarios.
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