Ha sido un año increíble para el mercado financiero y terrible para todos los demás en el planeta. Aunque pueda parecer paradójica esta afirmación, lo cierto es que este año la economía mundial enfrentó la mayor recesión de su historia desde el Crack de 1929. Mientras que las bolsas de valores en todo el mundo alcanzaban cifras récord, a pesar del desempleo y el cierre masivo de empresas. Llegándose al punto en que hoy en día la especulación domina Wall Street y los mercados financieros globales en general.
El año de las finanzas en pandemia
Sin lugar a dudas, el acontecimiento que marcó el año 2020 fue la pandemia generada por el COVID-19. Y es que, la enfermedad nacida en la ciudad de Wuhan en China, no solo ha creado la peor crisis sanitaria en más de un siglo. Llevando a la muerte de cientos de miles de personas en todo el mundo, y amenazando a todos los habitantes del planeta. Si no que, además, la pandemia también ha generado el colapso de la economía mundial.
Así, las medidas de distanciamiento social establecidas en el mundo entero, han llevado al cierre de decenas de empresas. Con el consecuente incremento en los niveles de desempleo, y los riesgos de un incremento agudo en la pobreza en todos los países. Una situación que obligó a la mayoría de los gobiernos a implementar planes de estímulos multimillonarios con el objetivo de intentar frenar los peores efectos del COVID-19 sobre la sociedad.
Y es aquí justamente en donde se encuentra la explicación para el auge que está viviendo Wall Street. Pues, cuando los gobiernos deciden introducir dinero en la economía para aliviar la situación de sus ciudadanos y empresas. Este dinero es canalizado a través de las instituciones financieras como bancos comerciales y de inversión, las cuales a su vez utilizan este dinero para invertir en productos financieros. Llevando a que ayudas que deben utilizarse para evitar el sufrimiento de la población, acaben alimentando la especulación en la bolsa de valores.
La especulación en Wall Street
Así, actualmente las acciones a nivel mundial han alcanzado un valor récord de 100 billones de dólares. Mientras que tan solo las empresas americanas han logrado recaudar 175 millardos de dólares en salidas a bolsa en medio de la pandemia. En lo que muchos analistas ya consideran una de las mayores olas de especulación que se hayan presenciado en los últimos tiempos.
Pero no han sido únicamente las acciones y las Initial Public Offering las que han estimulado esta alza en el mercado financiero. Si no que, otros instrumentos derivados como las opciones también han vivido un auge. Todos mientras decenas de empresas llevan adelante o cierran negociaciones para realizar fusiones en todo el mundo.
Y en medio de este frenesí especulativo impulsado por el dinero de los estímulos, las perspectivas de una pronta recuperación de la pandemia, gracias al comienzo del proceso de vacunación en varios países, incluyendo los Estados Unidos, también alimentan al mercado. Una perspectiva positiva que también ha alcanzado a los mercados emergentes, hacia donde los inversionistas están empezando a ver una vez más. Sobre todo anticipándose a una mayor apertura hacia estos países durante el gobierno de Joe Biden.
Todos estos elementos han impulsado un incremento sin precedentes en la riqueza de las personas más ricas del planeta. Las cuales han ganado decenas de millones de dólares en cuestión de meses, gracias al incremento en el valor de sus acciones. Una tendencia que no obstante, no podemos estar seguros de que continúe para siempre, al estar motorizada, esencialmente, por un impulso especulativo al corto plazo, creado con dinero gubernamental.