La batalla legal entre Venezuela y los acreedores del gigante CITGO parece terminada y el país latinoamericano perderá la firma en 2024. Luego de años de incertidumbre, este lunes (23 de octubre) inició el proceso de venta de la sucursal de Petróleos de Venezuela (PDVSA). De tal modo, la subasta de la compañía se concretaría el 06 de junio del próximo año.
Es importante tener en consideración que la compañía enfrenta numerosas demandas por parte de acreedores, quienes reclaman incumplimientos. Sin embargo, las sanciones del gobierno de EE.UU. contra Caracas se convirtieron en un escudo para evitar que los acreedores se apoderaran de la firma. Ahora todo parece cambiar y el gobierno estadounidense anunció que no se interpondría en el camino de los tribunales.
Esta compañía es el activo de mayor valor de la estatal petrolera PDVSA en el exterior. Se trata de un coloso que en Estados Unidos cuenta con tres refinerías, 38 terminales y más de 4.200 estaciones de servicio. En su sector es una de las más competitivas dentro del país norteamericano, según Bloomberg.
CITGO se escapa de las manos de Venezuela
Aunque es casi una realidad que Venezuela perderá CITGO, eso no significa que la dejará ir de manera fácil. De hecho, los representantes venezolanos de la compañía están activos con las apelaciones de las decisiones de los tribunales y los obstáculos que ponen al proceso son notables.
Esto último provoca que solamente uno de más de una veintena de aspirantes a compradores tenga los recaudos para participar en la subasta. Un aspecto a no perder de vista es que la compañía viene en un franco proceso de incremento de sus ganancias.
La salida de la pandemia, la guerra en Ucrania y el nerviosismo en Medio Oriente provocaron la subida del crudo. Tal escenario se tornó positivo para la empresa, la cual experimenta un mayúsculo aumento de sus ganancias. En ese sentido, esa misma realidad provocó que aumentara el apetito de las empresas que quieren poner sus manos sobre ella.
Según expertos consultados en el citado medio, la empresa tendría un valor aproximado de entre $12.000 y $30.000 millones de dólares. Sin embargo, el precio de venta rondaría los $14.000 millones. Por otro lado, la actual directiva de la compañía afirma que tiene reservas en efectivo de $3.000 millones para satisfacer a los demandantes y evitar la venta.
Pero las deudas de PDVSA ascenderían a más de $160.000 millones, lo que prácticamente anula las posibilidades de ganar esta batalla. En palabras simples, Venezuela perderá a CITGO de manera irremediable.
La complicada historia reciente de la petrolera
En 2018, el actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ganó unas elecciones catalogadas como fraudulentas por la oposición interna y por Estados Unidos. Al año siguiente, el parlamento de mayoría opositora anunció que el diputado Juan Guaidó se convertía en presidente legítimo del país. Aunque se trató de una jugada controvertida y con poco soporte en las leyes de ese país, la misma recibió la bendición de Washington.
De tal modo, EE.UU. dejó de reconocer a Maduro como presidente de Venezuela y autorizó a los representantes de la oposición apoderarse de CITGO. A partir de ese momento, el Estado venezolano perdió control sobre la firma y sus posibilidades de pelear por ellas se disminuyeron por la crisis interna.
Desde 2016, Venezuela entró en una depresión económica que produjo una de las crisis inflacionarias más grandes de la historia de la humanidad. La misma fue coronada por una crisis humanitaria que se prolongó hasta 2020-21, cuando salió de la hiperinflación. A partir de entonces, el gobierno aplicó medidas neoliberales para estimular la economía y obtuvo bastante éxito.
Al año siguiente, (2022) entró en un rebote económico positivo en términos de crecimiento y en 2023 EE.UU. anunció el levantamiento parcial de las sanciones. Aunque la economía venezolana esté mejorando, está en un estado de fragilidad que le impide maniobrar. En ese contexto, la pérdida de CITGO podría ser un asunto muy doloroso para Caracas.