El COVID-19 no solo ha sido un riesgo mortal para la salud humana, sino que también ha afectado críticamente a los mercados del mundo. Alterando en gran medida el comportamiento, volviendo al mercado en un entorno altamente volátil y errático. Sin embargo, el mercado del oro se ha mantenido estable en gran medida. De esta manera, los analistas se preguntan si el mercado alcista del oro puede continuar sobreviviendo a la pandemia.
La tendencia alcista que se ha observado en el precio del oro durante la crisis del COVID-19 difiere totalmente del entorno caótico que el mercado financiero se ha sumido. Incluso, muchos otros commodities se han visto sometidos a situaciones tensas en sus cifras. Pero el oro parece ajeno a estos efectos.
Por ello, la pregunta de oro para el año que viene entre los analistas es si esta tendencia alcista podrá mantenerse.
El mercado alcista del oro podría sobrevivir a la pandemia
El oro es visto por muchos analistas como el activo de refugio característico del mercado. Así mismo, es impulsado al alza en tiempos de agitación. Según esa lógica, el comienzo del fin de la crisis del COVID-19 marcaría un punto de inflexión para el rally alcista del metal precioso.
Sin embargo, el oro también sirve como cobertura contra la inflación. Y con las enormes cantidades de dinero que se invierten en la economía mundial este año para saldar el daño de la pandemia, cualquier signo de aumento de los precios al consumidor podría hacer que los inversores vuelvan a sumergirse en los lingotes, manteniendo la tendencia alcista.
Así mismo, las condiciones difícilmente podrían haber sido mejores para el precio del oro. Ya que la avalancha de impresión de dinero, la debilidad del dólar y la incertidumbre global estimularon la demanda, lo que elevó los precios.
Cabe mencionar que la caída de las tasas reales de los bonos del Tesoro de EE. UU. provocó ganancias más pronunciadas en julio y agosto, lo que finalmente llevó al oro al contado a un récord por encima de $2.075 la onza.
La vacuna contra el COVID-19 también afecta al oro
Si bien, los precios del oro han caído un poco desde entonces, los inversores continuaron su carrera hacia los fondos cotizados. Que en su punto máximo en octubre habían absorbido casi 900 toneladas de metal este año, más del doble de la entrada final en 2019.
Sin embargo, el oro no se ha salvado del todo, y ha sido afectado a su propia manera por el COVID-19. De esta manera, el oro sufrió su segunda caída más grande en siete años. Esto el día en que Pfizer Inc. anunció los primeros resultados que mostraban que su vacuna tenía una efectividad del 90%.
«Las noticias de vacunas fuertemente positivas auguran la posibilidad real de un regreso a la normalidad quizás en la primavera». Así dijo Tai Wong, jefe de negociación de derivados de metales en BMO Capital Markets.
De esta manera, hay que retomar la pregunta inicial, ¿Podrá el mercado alcista del oro sobrevivir? La respuesta a esto es que la inflación será clave para cualquier perspectiva ahora, y no es la primera vez.
El oro subió a su récord anterior en 2011, justo después de la crisis financiera cuando los bancos centrales comenzaron una expansión cuantitativa generalizada, lo que generó temores de una hiperinflación al estilo de la Alemania de Weimar.
Esta vez podría ser diferente, según Oliver Harvey, un estratega macro de Deutsche Bank AG.
«Cuando salgamos de la crisis de la pandemia existirá una gran cantidad de liquidez. Las tasas de ahorro se han disparado porque la gente se ha quedado estancada en casa, todavía ganando dinero», dijo. «Si la inflación sube del 3% al 3,5% en el mundo desarrollado, mucha gente lo notará».
Las expectativas para el metal precioso dependen del futuro del dólar
Los alcistas apuntan a un dólar más débil, que casi siempre ayuda a los lingotes, y una acción del banco central para impulsar la recuperación económica que también debería ser de apoyo.
«Los riesgos para los precios del oro siguen sesgados al alza dadas las expectativas de una política monetaria flexible». Dijo Suki Cooper, analista de metales preciosos de Standard Chartered Plc. También ve que la deuda pública elevada aviva las expectativas de inflación.
Cabe agregar que, si bien los precios se desplomaron con las primeras noticias de Pfizer, los anuncios posteriores no provocaron la misma reacción aguda. Y así el metal cerró con pocos cambios después de las noticias de Moderna Inc. el 16 de noviembre. De esta manera, el oro al contado se cotizaba a $ 1.873 la onza el lunes. Y se dirige a la mayor ganancia anual en una década.
Aun así, las dudas de una próxima baja para el oro siguen al acecho. Macquarie Group Ltd. declaró «el fin del mercado alcista cíclico» y dijo que los precios probablemente han alcanzado su punto máximo.
¿La vacuna del COVID-19 aniquilará al oro por igual?
La perspectiva del lanzamiento de una vacuna también puede reducir el potencial de estímulos gubernamentales futuros, especialmente mientras el control del Senado sigue pendiente, afectando al precio del metal precioso.
«Es poco probable que ahora, con un Senado dividido, continúe este nivel serio de gasto fiscal», dijo Darius Tabatabai, director de operaciones de Arion Investment Management.
El oro también puede sufrir a medida que los inversores invierten dinero en otras clases de activos que se beneficiarán de la recuperación de la economía. E incluso en un escenario en el que el dólar sigue debilitándose o la inflación se recupera, el oro puede correr el riesgo de perder frente a Bitcoin como cobertura de elección de los inversores.
Finalmente, medida que se controle el virus y se recupere la confianza, los administradores de dinero probablemente rotarán hacia el riesgo y el valor, lo que significa que «la carrera alcista del oro llega a su fin y probablemente retrocede», dijo Rhona O’Connell, jefa de análisis de mercado para EMEA y Asia en StoneX Group Inc.
